Los niños siempre la pasan bien. corren, juegan, saltan y nunca se cansan. Les encanta jugar, sobretodo si es con su imaginación.
Cuando tenía 10 años, organice un grupo de súper heroes con unos compañeros de curso. Partí como un lider, pero perdí pronto el respeto de mis colegas. No entendían nada de lo relacionado con las distintas corrientes de lo superior. Pensaban que esto de tener poderes solo era ser fuerte, correr rápido, transformarse y tirar rayos.
Mis padres siempre me apoyaron a la hora de dejar crecer mi potencial. En el persa mi papá se consiguió un libro que hablaba del tema, que un viejo barbudo con una capa llena de estrellas le vendió singularmente al módico precio de mil pesos (porque mi papá le obligó a aceptar esa plata, el aciano lo siguió como media hora solo para regalarle el texto).
Dejé a mis viejos amigos pero no descuidé mis intereses, leí todo lo que encontré: partí con el libro, y nunca me vi enfrentado a un vacío o a la ambigüedad con esas letras, y pronto integré todos los conceptos.
Enforma independiente me instruí respecto a mi arte, con una serie de capítulos dedicados a él. Después conseguí más información, para complementar y también poder identificar al resto.
Hay de varios tipos: Cada uno relacionado con un sentido. Así, entre los decenios de estilos, algunos eran del tacto, otros de la vista. Lo mío era más de escuchar.
Lamentablemente mi mamá no me dejó contarle a mi hermana. No me importó, porque ya con unos 14 años, y en otro colegio (el definitivo), me dediqué a identificar a mis similares. Encontré a varios, pero no supe como hacerles saber lo que podían hacer, la vergüenza por lo general terminaba por vencerme.
Sin aliados, pero con ganas, no dejé de estudiar. Me compré una guitarra para abrir las fronteras de mi talento, escogiendo una especialidad. Según lo que leí, pese a que uno tras nacer pasa poco tiempo para que el cuerpo decida sin que uno tenga posibilidad de elección, uno puede ir derivando en otras (.)(.)
(.)(.): Hasta ahí nomás llegó lo del cuaderno
Cuando tenía 10 años, organice un grupo de súper heroes con unos compañeros de curso. Partí como un lider, pero perdí pronto el respeto de mis colegas. No entendían nada de lo relacionado con las distintas corrientes de lo superior. Pensaban que esto de tener poderes solo era ser fuerte, correr rápido, transformarse y tirar rayos.
Mis padres siempre me apoyaron a la hora de dejar crecer mi potencial. En el persa mi papá se consiguió un libro que hablaba del tema, que un viejo barbudo con una capa llena de estrellas le vendió singularmente al módico precio de mil pesos (porque mi papá le obligó a aceptar esa plata, el aciano lo siguió como media hora solo para regalarle el texto).
Dejé a mis viejos amigos pero no descuidé mis intereses, leí todo lo que encontré: partí con el libro, y nunca me vi enfrentado a un vacío o a la ambigüedad con esas letras, y pronto integré todos los conceptos.
Enforma independiente me instruí respecto a mi arte, con una serie de capítulos dedicados a él. Después conseguí más información, para complementar y también poder identificar al resto.
Hay de varios tipos: Cada uno relacionado con un sentido. Así, entre los decenios de estilos, algunos eran del tacto, otros de la vista. Lo mío era más de escuchar.
Lamentablemente mi mamá no me dejó contarle a mi hermana. No me importó, porque ya con unos 14 años, y en otro colegio (el definitivo), me dediqué a identificar a mis similares. Encontré a varios, pero no supe como hacerles saber lo que podían hacer, la vergüenza por lo general terminaba por vencerme.
Sin aliados, pero con ganas, no dejé de estudiar. Me compré una guitarra para abrir las fronteras de mi talento, escogiendo una especialidad. Según lo que leí, pese a que uno tras nacer pasa poco tiempo para que el cuerpo decida sin que uno tenga posibilidad de elección, uno puede ir derivando en otras (.)(.)
(.)(.): Hasta ahí nomás llegó lo del cuaderno
1 comentario:
Saludos super barts !
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