caminos de la apertura de las montañas que nuestras flotan entre los montes
los horizontes y aberturas que se presentan sobre el reflejo de los diamantes
Mujer de dulces y lejanías dame sonrisas sobre los lagos interminables
y las sonatas son el oleaje qués proponido por los viajares que son invento de soledad
tras viejas rutas de trenes y de matanzas entre los paltos de ruina en junglas
para abrazarnos sobre la nueva demostración que somos hermanos
los ojos cerrados miran las inmensuras de nuestro sol
la guata se me encosita de solo verme un solo campestre que
siempre nace tras los navegos de aquel verano invierno con que
las zapatillas al fin pudieron por fin pegarse con Agorex que
me dio el Walter del hostal Felix
La historia nos ha enseñado a reír gritando mirando fijo pupilas nuevas de cualquier parte
por eso un piquero grande a los que sentraron al Titicaca
Procuradores de nuestra suerte
del muelle al frente
de la estadía en la libertad
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