martes

HAY UNOS QUE NUNCA CAMBIAN

Un hombre decide dejar el cigarro
pero igual se sigue violando al respeto
que los hombres le dan haciéndolo hermano
su falsa limpieza no sirve de nada

cree el iluso que al ser un “sin vicios”
va al fin en su vida poder bueno hacerse:
La bondad no llega sola
como los más bellos faisanes que en El Tabito andan
así de bellos pueden ser tus pulmones
pero si al respirar no te ensucias consciente
nunca sabrás los que ensucian el viento

Mal no hace dejar de llenarse de mierda
salir y trotar para sentirse sano
pero pa ser persona un amigo un humano
las gotas que ensucian tu frente sudando
que se hayan salido por ir al rescate
de un alma cansada del vivir mundano

Si crees que el problema de tu actuar insano
s’esconde en los vasos que tomas de noche
recuerda que el mal que le hiciste a tu hermano
lo hiciste de día pensando en ti mismo
mientras los demás recorrían el pueblo
buscando a poetas que viven curados
durmiendo en la caña del vino encajado
soñando el recuerdo del mundo de antaño
cuando los vecinos eran como hermanos

Había pensado “no haré más poemas”
pero es que entre tantos que matan lo sano
no puedo callarme la vida que cargo

Pensaste que el gringo del norte es bacán
que allá en nueva york entendieron la vida
quisiste viajar y sumarte al engaño
si ahí les va bien es porque saben más
PARA YA DE SER TAN WEÓN Y PROFANO
si el mundo que el indio del sur vive es caro
es porque sus manos prefieren el huerto
labrado y arado con sus propias manos

Si crees que la vida es gritar por ahí
tus minas y logros de hombre triunfador
con el celular que es un hoyo infinito
lleno de contactos que bien no conoces
más que para usar su nombre a tu provecho
te voy a decir,
conocido,
un consejo:
ándate al campo a escuchar la silueta
de vidas pasadas e historias silentes
que llenan al aire con sus sinfonías
y en vez de jactarse y rezar espejismos
se adhieren al viento como un compañero
que cuida la espalda del que cuando niños
le hacía paredes en viejas pichangas
que si las ganaron gritaron los goles
y si las perdieron igual caminaron
los dos bajo las estrellas y soñando
con que su mamá les tenga un rico pan
y una bebidita pa compartir juntos.

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