He pasado por una dura crisis interior. Mientras me paseo por las plazas contemplando árboles, viajo en micros rumbo a partidos de fútbol, tomo cerveza con amigos, visito los lugares predilectos de mi infancia, vivo las más duras angustias en mi soledad, las antiguas épocas se me aparecen cara a cara, los diálogos de emeseeéne se repiten una y otra vez y los libros deben ser bajados por la llegada al destino final, caigo en el dilema profundizante de mirada, por qué la gente se vuela, por qué la gente se vuela, por qué la gente se vuela, por qué la gente se vuela, por qué por qué por qué por qué.
Y me hundo en la mismísima playa llena de gente conocida, con mis familiares más cercanos, me voy al mar rápido para lanzarme en sus olas, me acompaño de mis fieles.
Ay de mi.
Pongo la encuesta a correr
Eran los tiempos de juventud alocada interminable eran ladolescencia.
domingo
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